PSOE, PP y Ciudadanos impiden la aprobación del plan de saneamiento que aplazaba la deuda a los bancos
Los votos en contra del PSOE, PP y Ciudadanos han impedido sacar adelante en el pleno extraordinario celebrado hoy, 7 de abril, el plan de saneamiento financiero que permitía aplazar el pago de la deuda de los bancos por un periodo de tres años para solventar otros compromisos de pago y poner en marcha medidas de reactivación económica. El voto a favor de Por Atarfe Sí y Ganemos fue insuficiente para aprobar un plan que flexibilizaba las condiciones de pago de la deuda y suponía, en palabras de gobierno y oposición, un 'balón de oxígeno' para las arcas municipales al disponer de mayor liquidez y mayor margen de maniobra financiera.
Se trata de una medida derivada de la Resolución de 29 de marzo de 2017 de la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local, dependiente del Ministerio de Hacienda, que amplía el período de carencia y de amortización de los préstamos formalizados.
En su exposición inicial, la portavoz del equipo de gobierno, Rosa Félix, explicó que la moratoria de tres años permitía disponer de 8,4 millones de euros (la previsión de pago de la deuda a los bancos, a los que se les ha devuelto en menos de dos años 3,7 millones de euros) para 'atender, principalmente, el gasto corriente y los servicios esenciales'. 'Este respiro nos puede permitir, entre otras cosas, trazar un plan a ser posible consensuado entre todos los grupos políticos, que favorezca el empleo y la promoción económica en nuestro municipio', argumentó Félix, quien informó de la necesidad también de que el Ayuntamiento se acoja a los Fondos de Ordenación para fraccionar en un periodo mayor de años el plazo de la deuda.
En opinión de la concejal de Por Atarfe Sí (PASI), el plan de saneamiento 'abre la oportunidad de mejorar los servicios que damos a los ciudadanos y efectuar un plan de reactivación económica que sea fruto del acuerdo de todos'.
Se refirió a la deuda contraída con la empresa de recaudación Gerelo, al pago de otros 14,6 millones de reclamaciones de las que ya hay sentencia firme y de otros 8 más pendientes de resolución judicial; a la elevada deuda que se tiene con la Diputación y el Consorcio de Transportes; y al problema que se arrastra con los vecinos que cedieron suelo al Ayuntamiento a cambio de aprovechamientos futuros que todavía no se han materializado, 'sin que hubiera procedimiento expropiatorio como marca la ley'.
Algunos de los propietarios (Parque del Corredor Verde, Parque de la Higueruela, recinto Ferial y otros) estaban presentes en el salón de pleno después de que el equipo de gobierno les informara de la posibilidad que se abría, con la aprobación del plan de saneamiento, de 'confeccionar una planificación de los pagos de su deuda, empezando por asumir la que se tiene contraída con los propietarios que cedieron suelo al municipio y que ahora están los últimos de la cola por no habérseles pagado en su momento'.
Por su parte, el portavoz socialista Óscar González lamentó que los grupos de la oposición no tuvieran con antelación 'información exacta' de lo que se llevaba a pleno sin reuniones previas para consensuar el documento. También reprochó que en la previsión de pagos se hubiera dejado 'en cuarto lugar' a los propietarios de las parcelas que cedieron terrenos para hacer actuaciones en el municipio, al tiempo que criticó que se hubiera 'engañado' a los mismos con llamadas del equipo de gobierno para advertirles de que, 'si no se aprobaba el documento, no cobraban'. González apuntó que los 8,4 millones del aplazamiento de la deuda financiera tenían que 'presupuestarse, llevarse a pleno y destinarse a diferentes pagos'. González avanzó que su grupo votaría en contra.
El portavoz del PP, Antonio Díaz, acusó al equipo de gobierno de 'jugar con la oposición y con las desgracias de los vecinos', censurando que se hubiera 'engañado' a los propietarios de los terrenos con la posibilidad de que se les saldara la deuda pendiente si se aprobaba el plan de saneamiento que, según reconoció el dirigente popular, 'es un plan para ayudar al Ayuntamiento a gestionar su deuda y dar un balón de oxígeno'. 'Los 8 millones que se pueden aplazar deben ir a gastos corrientes', señaló Díez, quien desveló que en la reunión previa de portavoces había retado a la portavoz del equipo de gobierno a que presentase por escrito un documento, comprometiéndose a destinar los 8 millones al pago de la deuda con los propietarios para que pudieran votarlo a favor. Díez dijo estar cansado de 'políticas de propaganda', reclamó 'respeto' a la oposición y acusó al equipo de gobierno 'abrir heridas' que, a su juicio, impiden la 'convivencia normal'.
El siguiente turno de palabra fue para el portavoz de Ciudadanos, Antonio Martín, quien reconoció que la decisión que se abordaba en el pleno era 'situación muy dura y difícil'. El concejal de la formación naranja reconoció que 'el aplazamiento de la deuda produce liquidez que, si se sabe gestionar, puede ser beneficioso para el municipio'. Aseguró que en la reunión de portavoces había propuesto 'la posibilidad de que se cuantificara las cantidades y se organizara entre todos'. Sin embargo, Antonio Martín argumentó su voto en contra en la 'experiencia' que tenía su grupo respecto a las mociones que han sido aprobadas en el pleno y que no se han puesto en marcha -aseguró- por 'falta de voluntad', iniciativas que no requieren en algunos casos, según dijo, de consignación presupuestaria. Puso en duda también la promesa del gobierno de consensuar el plan de saneamiento y, al igual que el PSOE y PP, se mostró molesto por el hecho de que hubiera reuniones con propietarios para 'poner contra la espada y la pared el sentido del voto de un grupo político que está para trabajar por el municipio'. También se quejó de que no se hubiera detallado de qué manera se iba a trasladar el plan de saneamiento al presupuesto.
El primer turno de palabra lo cerró el portavoz de Ganemos, Antonio Lucena, quien distinguió entre el plan de saneamiento financiero, que 'es un balón de oxígeno para hacer una gestión política y solucionar problemas financieros del presupuesto anual'; y el anuncio del Gobierno central de habilitar 'una línea de crédito para saldar la deuda reconocida'. Antonio Lucena planteó hacer un 'esfuerzo racional' para separar lo que a su juicio 'son dos cosas diferentes', subrayando que es en la posibilidad de acogerse a un créditos donde todos los grupos políticos 'debemos estar en connivencia para que el Ayuntamiento se desahogue de la deuda'.
El concejal de Ganemos anunció el voto a favor de su grupo por ser un plan beneficioso para el municipio, pero reclamó al equipo de gobierno más diálogo con la oposición porque 'somos mayoría y, como se ha visto, se puede frenar un documento que es beneficioso para el municipio'.
Para disipar la duda sobre el destino que se le debe dar al dinero procedente de la moratoria, el alcalde Francisco Rodríguez Quesada solicitó, con el reparo del PP, la intervención de un técnico del Ayuntamiento para aclarar si en la planificación del presupuesto de 2017 era posible dedicar lo que inicialmente está previsto para saldar la deuda con los bancos al pago de los compromisos adquiridos con propietarios de terrenos y convenios fallidos. El interventor dejó claro que era posible, si bien condicionado a lo que se apruebe en el pleno las cuentas de 2017.
Una vez desvelado el sentido del voto de cada grupo, la portavoz del gobierno, Rosa Félix, criticó la 'pinza' que se ha formado entre los principales grupos de la oposición para entorpecer la acción de gobierno. Recordó a los socialistas que eran los responsables de la situación económica y financiera del Ayuntamiento. 'Estamos obligados a pagar las deudas que ustedes han contraído y, en vez de facilitar la tarea, nos ponen obstáculos para poder pagarla con más holgura'. 'Los ciudadanos no entienden que un partido socialista que debería aspirar a la regeneración no haya pedido perdón ni haya hecho que sus responsables paguen su culpa, al menos políticamente, expulsándoles de su partido para dar ejemplo. En vez de eso, ustedes les siguen dando aire', añadió Félix, quien censuró a los socialistas por 'ir de la mano del PP'.
Félix negó que se hubiera engañado a los propietarios de los terrenos: 'les hemos dicho que tenían razón, que debían ser los primeros en la lista de pago de las deudas'. Y anunció que, pese al rechazo del plan de saneamiento, se incluirá una partida en los presupuestos para la compra de esos terrenos.
Tanto el portavoz del PSOE como de Ciudadanos rehusaron hacer uso de su palabra. Sí intervino el concejal del PP, Antonio Díaz, quien insistió en el supuesto trato irrespetuoso con el que se trataba a la oposición y a los ciudadanos, a la vez que echó por tierra la gestión de gobierno de PASI, al que acusó de contratar a dedo a sus militantes.
El concejal de Ganemos, Antonio Lucena, hizo un llamamiento al resto de grupos municipales para 'no abrir espitas' y 'avanzar en la normalización del Ayuntamiento' sacando adelante el plan de saneamiento. Insistió en la necesidad de que el municipio pueda acogerse al crédito especial para hacer frente a las deudas aunque, para ello, consideró necesario abrir un diálogo entre los técnicos y los portavoces de los partidos políticos.
El debate lo cerró el alcalde Francisco Rodríguez Quesada, quien llamó al resto de partidos a reconsiderar el posicionamiento porque 'pasa un tren que [en caso de rechazo] no vamos a poder coger'. Finalmente no hubo acuerdo y la votación deparó el resultado de 8 votos en contra (PSOE, PP y Ciudadanos) y 7 a favor (PASI y Ganemos).
El debate íntegro se puede ver en el siguiente enlace.
https://www.youtube.com/watch?v=cjBI1yk5OJw&feature=youtu.be